miércoles, 6 de junio de 2012

Girl powder, o del silencio



Hola.

Hace mucho que no hablamos.

<Silencio absoluto, porque l@s lectore@s, como diría mamá Dinga, se cansaron de esperar.>

Ma sí. Yo me largo hablar, mismo si es un monólogo, que encima no tiene pies ni cabeza, porque mi discurso no tiene objeto. Pero, ¿sabés qué? Si no empiezo yo, no empieza nadie. Eso. Porque mamá Dinga es sabia no sólo porque es diabla, si no también porque se muerde la lengua y no hace posts ridículos. Espera a tener noticias. Ah, y además, ella sí que tiene noticias. Ella me puede mandar un email con una compilación (cazate esa, no 1 ó 2, una COM-PILA-CION) de mensajes de texto de exes que la siguen buscando. Mientras que a mí no me recuerda nadie. Sí, claro, puede contribuir al silencio que experimento el hecho de que mismo las personas a las que quiero con toda el alma no reciben respuesta mía pronta, y no tienen un teléfono con el cual encontrarme. Pero mismo así, che, que tengo página web, así que el candidato despechado que hace su tarea podría, sin ningún problema, contactarme.

En fin, sólo me quedan de la liga recuerdos desperdigados, y un ansia de aventura. Porque ustedes saben que me casé (no en los papeles, sino en el corazón, lo cual es tantísimo peor). Así que se terminó, al menos por el momento, el desfile de hombres para mí. Y te digo más (como le gusta decir a mi santo padre), te digo más, ni siquiera de refilón me llega material dingalinguístico. Porque mis amigas: (a) no escriben mucho (no las culpo, yo tampoco); (b) viven en lugares infinitamente lentos en aventuras dingalinguenses; (c) mismo en presencia de la posibilidad de dingalinguer, se niegan a hacerlo, prefiriendo: 1. las relaciones estables (de todo tipo); 2. las relaciones inestables y poco interesantes; 3. las relaciones profundas y dolorosas (de toda duración), lo cual excluye el tono humorístico que abundaba en esta bloga. Con lo cual, por hache o por be (como le gusta decir a mi santa dinga), no tengo material ni de primera ni de segunda mano.

Me quedan las películas, y de esas he visto cientos. Pero no es lo mismo. Porque nosotras no somos ni acartonadas ni patéticas. Mirá, por ejemplo, cuántas amigas hay en un grupo. Pensá en los grupos de amigas que tenés vos, círculos que confluyen espontáneamente. En mi experiencia, nunca hay exactamente cuatro. No sé porqué. Será una ley física de la composición atómica mujeril - hay de 2, 3, 5, etc. pero 4 no va. Y sin embargo, las películas abundan de tetramigas: Sex and the city, Waiting to exhale, Women, Friends with money, The sisterhood of the traveling pants 1... y 2... (ay, cuán bajo he caído!) 

Ponele que deje de lado la implausibilidad grupal, pero lo que no le perdono a Joligud es el patetismo. Vamos, ¿en serio le vas a dar parte de tu salario de mucama al hijoputa que viene con vos a "limpiar" y te "regala" un traje de mucama para después dártela con los ojos cerrados -- DE NUEVO? Vamos, Jennifer, está bien que en casa lo tenés a Brad (¿o ya no lo tenés más? Ay, tendría que haber investigado antes de escribir este post...), pero ¿cuánto te pagan para dar una imagen de una mujer tan pero tan imbécil??? ¿Y quién, repito, QUIEN, finge un orgasmo de 1 minuto? Porque fingir uno cuando hace 20, 30, 40 minutos que trabajamos para nada, lo entiendo, pero el corto no es para nadie. 

Entonces, si Dios estuviera por aquí, así me encuentraría hoy, reflexionando con sorpresa y tristeza acerca de la poca evidencia actual de girl power. Tan poca es esa evidencia (la sustancia de recuerdos lejanos, relatos de cuarta mano y que casi pertenecen a la década pasada, casi sueños), que hace falta algún polvo de esos que usan en CSI para verla. Una especie de "girl powder," por así decir. 

Me gustaría hacer un llamado. Un manifesto, al estilo futurista. Una cosa post-post-post-post-post-feminista más allá del sexo y dentro del género a la vez. Y además de hacer el llamado, me gustaría que hubiera respuestas. ¿Hay otr@s por allí que se preguntan acerca del futuro aventurero de las féminas? ¿Viven?

No hay comentarios.: