domingo, 24 de mayo de 2009

Esto sí es administración por objetivos

Hagan lo que hagan, nunca, nunca, charlen de manera extensa y más o menos personal con un posible futuro tutor. ¿Por qué, se preguntan? Porque quizás, un día, sea realmente tu tutor, una mezcla de padre intelectual y jefe, y te haga invitaciones verdaderamente fronterizas. ¿Que qué quiero decir con fronterizas? Y... un brunch el domingo.... una cena el sábado a la noche...

Ahora, quizás se pregunten (yo también lo he hecho), ¿está mal juntarse con el tutor para un brunch, una vez llegada? ¿Y también está mal aceptar una cena a solas, en un lugar medio romanticón? Y, finalmente, ¿es verdaderamente terrible ir como su cita (es más, ponerse el nametag de la "señora de Debidospiojos") a una cena de gala, con la excusa compartida de que se puede hacer networking con la crema de la crema intelectual?

Sí, sí, está muy mal, porque luego vienen los chistes de "por esto nuestro matrimonio no funcionó", así como los repetidos correos de "¿cuándo nos juntamos a tomar un vino y ver una peli?" y (cuatro días de silencio después) "¿nos juntamos el fin de semana próximo? Donde quieras, decí vos" (tan pero tan parecido al "para lo que quieras", ahora que lo pienso).

Claro, ahora que estamos bailadas, no queda otra que decir sí. Y ponerse en campaña para crearse un novio entre ahora y el fin de semana próximo, porque no hay mejor excusa para negar favores que haberlos subcontratado a otro. Ven, ahora, gracias a mi bendito trabajo (y falta total de cancha para manejar a los flacos) tengo fechas límites hasta en mi vida personal, pucha.

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