sábado, 29 de noviembre de 2008

Perdón, mamá Dinga

Sí, me vas a retar, ya sé, porque desaparecí del mundo y sin embargo escribo en el blog. Y todavía más me vas a retar por pervertir el objetivo del blog con este post, cuyo objeto, mejor dicho, sujeto, no es un hombre, y nada tiene que ver con el sexo. Bueno, retame, qué le voy a hacer. Pero tenía que compartir el insulto que recibí hoy, que debe ser el peor insulto que he escuchado en mi vida, y me vino encima de una mujer sin ningún sex allure, no hay derecho.

Sí, te cuento que éste es peor que cuando ese ex-amante me dijo "pará, mogólica" cuando se nos rompió el forro y yo me puse mal. Sí, incluso peor que cuando finalmente me acosté con el misionero después de dos meses de citas, y todavía desnudos me dice "cualquiera que te conoce no se imagina que sos tan promiscua". No, esto fue mucho, mucho peor.

Resulta que me estaba yo trabajando en el porch, contenta con el sol, mi mate, mis puchos, y muchos cuadros y grafiquitos que mostraban que mi tesis sí funciona, sí, sí, señores, miren qué inocente que me estaba, sin joder a nadie, ni siquiera a una ardillita a quien yo le había parecido muy interesante, y que de vez en cuando levantaba la vista de la nuez para cruzar miradas conmigo. Así de pacífica, me hallaba, perdida en mi mundo mental, cuando se me aparece mi testiga amiga. Le cuento rápido que estoy a mil con la tesis, y que no creo que podamos renovar nuestras charlas bibliales. Me contesta con un pasaje en el que David le dice a su hijo Salomón que no cese de buscar a dios. Es decir a Dios. Ay, qué profana que estoy. Y me insiste que recuerde ese pasaje, porque sabe que yo pienso (ojo! pienso!) que tengo dudas, pero el hecho de que me haya interesado en hablar con ella demuestra que estoy buscando a Jehová. Y a mí se me ensancha cada vez más la sonrisa, porque para mí eso resuena a mi post de hace unas semanas, acerca de la imposibilidad de adivinar mis propios pensamientos, y como, en su vez, yo leo mis acciones. Y estaba a punto de decirle "qué interesante, justo pensaba yo eso el otro día" cuando me espeta el peor insulto de mi vida. Y va en original, porque no hay otra manera de expresarlo, y no me quiero manchar la boca repitiendo sus palabras con mis acentos.

"Because the fact that you talked to me shows that you are in search of Jehova, and he knows, and he won't let you go astray. He's searching for you too, you know? I know, us the witnesses know, that we're sent here to help you search for him, that we're sent by him. And sometimes we're not sure why he wants you, why he's calling for you. There is something in you, a sheeplike quality that draws you to him."

A sheeplike quality? A sheeplike quality! Me, a sheep?? Ah, no, no, no, querida. Porque a mí los hombres de mi vida me pueden decir mogólica, promiscua, y muchas otras cosas, pero ni a dios mismo le permito que me diga ovejuna.

Y en respuesta, escuché esta canción: (fíjense que la letra está abajo del video)

http://www.youtube.com/watch?v=mnIxAJktWCI

1 comentario:

mj dijo...

Amiga ovejil, vuelve al redil...
Que fuera de él está la perdición y, con ella, ¡todas tus amigas!
Ruego a dios o a Dios o a Alá o a alá, y de momento a naides más, que hoy te encuentre...
¡Que si Jehová lo tiene difícil, él con sus recursos, imaginate yo, que intento dar con vos desde hace tantos días!
Abrazo y beeeeeees