miércoles, 30 de marzo de 2011

AJ, el cancherito

Debo aclarar, que AJ el cancherito, es Llorente. AJ es su verdadero nombre, o mejor dicho, sus verdaderas iniciales, el se presentó así y yo nunca supe el nombre. La China lo bautizó Llorente, haciendo una referencia casi exclusiva para l@s lector@s rosarinos, refiriéndose al tan mentado programa el show de AJ, conducido por la celebridad local Alberto J Llorente.
Llorente fue (si mal no recuerdo) la tercera cita que surgió de la tienda online. Luego de no mucho intercambio cibernético, él propuso encontrarnos para un café, y yo, acepté, sobre todo porque en sus fotos se lo veía muy buenmozo (chupate esa mandarina, el termino que te uso).
Tampoco me acuerdo muchos detalles previos al encuentro, pero cuando nos encontramos (un sábado a la tarde), confirmé el buenmozismo. Llorente era alto, esbelto, flaco, lindo de cara, lindo estilo para vestir, es decir, aspecto físico: ganaba.
Pero perdía con lo otro…
Llorente llegó, se sentó, no se sacó la campera, y durante toda la conversación (que más que conversación fue un interrogatorio) mantuvo una actitud así como de “estoy acá para entretenerte la tarde, te hago el favor de congraciarte con mi presencia”. Como decía, me hacia preguntas, y yo respondía, hasta que en determinado momento dijo: hay algo que quieras preguntarme. Y yo, que no había traído el cuestionario preparado, quedé medio balbuceando, ya que justo justito en ese momento, no se me venía nada a la cabeza. No era lentitud de mi parte, creo, por el contrario, que mientras Llorente hacía preguntas y yo respondía, mi interés iba decayendo y ya que la conversación no se daba como una conversación normal, sino más como una presentación de antecedentes y lectura de CV, yo no pude emular el formato que el había decidido que la charla tuviera.
Llorente me cayó mal, pero le di crédito porque era lindo. Muy cancherito, muy pagado de sí mismo, muy mirando su teléfono y texteando mientras hablaba conmigo.
Volvió a comunicarse 1 semana después, y nunca me quedó claro cual era el punto de la llamada…viste esas llamadas que se nota que tenían un objetivo, ya que no eran llamadas “para charlar” pero al final el objetivo no se manifiesta y a vos te queda patinando el embriague cuando colgas…de todos modos, Llorente mencionó el hecho de que nos viéramos de nuevo, y como no sugirió nada en particular, yo le dije que lo llamaba cuando fuera a la city. Eso hice al día siguiente (sábado), y le pregunte si tenia planes para el domingo, dijo que si, que el domingo era medio complicado, pero que me iba a avisar cuando terminara. No avisó. Nunca más supe nada. Hasta anoche, semanas después, que me contacto en el chat con un elocuente dialogo:
El: what’s up
Yo: not much, enjoying the last day of vacation. How are you?
El: where are you now?
Yo: in Florida
El: You need to move there (aludiendo a otra vez no hace mucho que yo había ido a Florida)
Yo: No, I am not moving here. Just coming often.
El: ☺
Yo: ☺
Y se desconectó minutos después, sin decir chau.
El típico caso de: aparezco para que no te olvides de mi existencia. No quiero nada, no me importas, no me interesa entablar un contacto verdadero, no me interesa si estas bien o mal, solo te digo dos huevadas para recordarte que no te olvides de mi. Actitud masculina que me tiene SOBERANAMENTE (como diría uno de tus hermanos, nGa) PODRIDA!

3 comentarios:

nGa dijo...

Quien decía que el "no quiero quererte, sólo quiero que me quieras" era trademark femenina era, obviamente, argentino. Y te cuento porqué, Dinga, porque esta posición sólo es sostenible cuando la demanda es grande y la oferta es poca, o más fea, pobre, con faltas de ortografía, o tonta que el sostenedor oferente. En Argentina, no por virtud de su número, pero por su general torpitud los hombres se encuentran en general del lado ofertante, y una, como lo dice el dicho, se hace la linda. En La Atenas del MedioOeste, hasta el Príncipe Salame puede textear de refilón, mientras te habla con la campera puesta. Conclusión: Hay que mudarse. ¿Hablás holandés, de casualidad?

Dinga dijo...

Jojojo, no, holandes no hablo, pero voy a tener casa en Miami como Susana...me llamas?

Anónimo dijo...

Dicen que el mar caribe es perfecto para pescar un millonario cerca del retiro final. Dinga abandonará sus ideales amorísticos por tranquilidad económica? O simplemente empezará a hacer propaganda para Camel y Glade?

-nGa